Moderar una mesa redonda: lo que tienes que saber

Moderar una mesa redonda no es fácil y requiere bastante organización previa.

Las mesas redondas son una parte central de la mayoría de los eventos profesionales como ferias, convenciones, seminarios, etc. Son el momento ideal para que expertos conversen sobre un tema concreto y compartan sus conocimientos con los asistentes. Sin embargo, para moderar una mesa redonda exitosa, hay muchos elementos que tener en cuenta.

¿Es la primera vez que moderas una mesa redonda? No te asustes, aquí tienes nuestros consejos y trucos para moderar la mesa redonda con soltura.

1. ¿Por qué organizar una mesa redonda?

Las mesas redondas son eventos muy habituales en los círculos profesionales, políticos, educativos o académicos para debatir temas concretos con expertos en el campo (profesores, analistas, líderes empresariales…).

También se pueden organizar en congresos o foros para permitir a los asistentes compartir ideas y debatir sobre sus puntos de vista.

2. Objetivos de la mesa redonda

La organización de una mesa redonda puede tener lugar en muchos entornos, en diferentes formatos y con diferentes objetivos. Aquí tienes algunos:

Expresar opiniones divergentes sobre un tema que divide a los profesionales o la opinión pública.
Debatir sobre una noticia de actualidad o un tema muy concreto.
Dar a conocer un sector, una actividad o una empresa.
Anunciar el lanzamiento de un nuevo libro, producto o servicio.
Involucrar a personalidades reconocidas en tu sector (política, ciencia, economía, deporte, automoción, bienestar, nuevas tecnologías…).

3. Las funciones del moderador

La neutralidad es crucial cuando se modera una mesa redonda. Para moderar con éxito una mesa redonda, tienes que:

Distribuir el tiempo de uso de la palabra equitativamente.
● Dar ritmo a la conversación.
Favorecer la conversación.
Actuar como mediador y gestionar eventuales conflictos.
● Intervenir para aportar más elementos sobre un tema o aclarar ciertos puntos.
Intercalar preguntas si es necesario durante la conversación para aportar más dinamismo.

4. Presentar la mesa redonda

Antes de iniciar la mesa redonda, es fundamental realizar una introducción a la sesión, presentando:

● A los ponentes
● El tema central
● La duración
● El momento de preguntas y respuestas
● El tiempo de uso de la palabra de cada ponente
● Cualquier otra información que consideres relevante

Esto también permitirá a los asistentes orientarse y hacerse una idea de cómo se desarrollará la mesa redonda.

5. Preparación del tema

Antes de la mesa redonda, prepárate realizando una investigación exhaustiva sobre el tema y los ponentes. Prepara también preguntas de concretas para estimular la conversación.

6. Establecer reglas de conducta antes del inicio del evento

Esto puede parecer insignificante, pero antes del inicio de la mesa redonda, recuerda las reglas de conducta para evitar excesos y garantizar un diálogo constructivo entre los ponentes. Esto puede incluir reglas como el respeto por la opinión de los demás, la escucha activa y la cortesía (no cortar, no difamar…).

7. Usar elementos visuales

Pide a los ponentes que lleven su propia presentación y elementos visuales, como gráficos, imágenes y videos. Asegúrate de antemano de que todo funciona bien y que las pantallas de la sala muestran las presentaciones correctamente. Esto permitirá a los asistentes seguir mejor la mesa redonda y los discursos de los ponentes.

8. Evitar los monólogos

La mesa redonda debería ser un debate interactivo. Evita los monólogos largos y, en su lugar, fomenta la conversación entre los ponentes y el público presente en la sala.

9. Gestión del tiempo

Asegúrate de vigilar el tiempo para permitir que todos los ponentes se expresen lo suficiente y respeten el tiempo asignado. De ahí la importancia de recordar en al inicio la duración de la mesa redonda, así como el tiempo de uso de la palabra de cada ponente.

10. Técnicas de dinamización

Para dinamizar mejor la mesa redonda, plantéate usar técnicas de dinamización como la lluvia de ideas para resumir la información de la que se ha hablado y los puntos clave para recordar, juegos de rol para ilustrar y contextualizar mejor lo que se dijo, etc.

11. Planificar descansos

Según la duración de la mesa redonda, programa descansos para permitir que los asistentes tomen algo, se relajen y reflexionen sobre los próximos temas.

12. Involucrar al público

Fomenta la participación de la audiencia haciendo preguntas abiertas y dejando un tiempo específico para preguntas y respuestas al final de la mesa redonda. En general, calcula unos veinte minutos para esta parte. Prepara también un micrófono que pueda ir pasando por la sala si las preguntas de la audiencia son en directo. Reformula las preguntas si es necesario para que todos los presentes en la sala puedan escucharlas y entenderlas.

13. Dar las gracias a los ponentes y al público

Finalmente, para cerrar adecuadamente la mesa redonda, no olvides resumir los puntos clave de los que se ha hablado ni dar las gracias a todos los ponentes y al público. Dales la oportunidad de decir unas últimas palabras para finalizar su presentación. También puedes recordar al público algunos datos esenciales (dónde ponerse en contacto con los ponentes, dónde comprar el libro presentado…).


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