6 ideas originales para animar tus workshops y captar la atención de tu público

6 ideas originales para animar tus workshops y captar la atención de tu público

Enseñar en for­ma­to work­shop es todo un arte en sí mis­mo. Los mejores pro­fe­sores con­siguen cap­tar la aten­ción, hac­er reír, ayu­dar a enten­der un tema com­pli­ca­do y, sobre todo, inspi­rar a sus alum­nos. Para con­seguir que los alum­nos par­ticipen son nece­sarias la prác­ti­ca y la expe­ri­en­cia, pero unas cuan­tas ideas orig­i­nales te pueden hac­er ganar tiem­po en tu pro­pio apren­diza­je de la enseñan­za. Empieza por estas 6 ideas orig­i­nales para que tus work­shops sean más lúdi­cos.

Índice

  1. Tirar a la basura tu pre­sentación de toda la vida
  2. Cam­biar la dis­tribu­ción de la sala
  3. Uti­lizar acce­so­rios gra­ciosos
  4. Pro­pon­er jue­gos
  5. Incluir músi­ca
  6. Rec­om­pen­sar con pre­mios

1. Tirar a la basura tu presentación de toda la vida

Cada per­sona aprende de una for­ma difer­ente. Hay quien tiene una memo­ria visu­al y pre­fiere por lo tan­to las imá­genes, vídeos o grá­fi­cos, mien­tras que otros son más recep­tivos a la pal­abra oral o escri­ta, a la músi­ca, a la lóg­i­ca o inclu­so a la activi­dad físi­ca.

A la hora de diri­gir un taller, tra­ta de com­bi­nar un méto­do de enseñan­za clási­co con nuevas metodologías: pre­senta­ciones audio­vi­suales, jue­gos inter­ac­tivos, tra­ba­jos de grupo, etc. De esta for­ma, se crea un ambi­ente de apren­diza­je lúdi­co e inclu­si­vo.

Por ejem­p­lo, podrías empezar tu work­shop con una pre­sentación ráp­i­da en Pow­er­Point y enca­denarla con un frag­men­to de un pod­cast actu­al. A con­tin­uación, pide a tus alum­nos que creen unas pequeñas viñe­tas de lo más impor­tante que han saca­do del taller y que las pre­sen­ten al resto del grupo.

2. Cambiar la distribución de la sala

Las salas en las que se imparten los talleres sue­len estar colo­cadas siem­pre de la mis­ma for­ma: mesas en filas o en for­ma de U, con sus sil­las. Cues­tiona esta dis­tribu­ción y sor­prende a tus alum­nos colo­can­do, por ejem­p­lo, pufs o, todo lo con­trario: mesas altas. Sobre todo, deja espa­cio para moverse. El movimien­to aumen­ta la moti­vación y alien­ta la reflex­ión.

La elec­ción del pro­pio espa­cio tam­bién tiene un impacto en los asis­tentes. Un espa­cio lumi­noso, col­ori­do y bien dec­o­ra­do inspi­rará más que una sala de reunión con las pare­des blan­cas y sin ven­tanas.

3. Utilizar accesorios graciosos

Los acce­so­rios como los que puedes encon­trar en una tien­da de dis­fraces, pueden hac­er tu clase más atrac­ti­va y con­seguir ten­er alum­nos más impli­ca­dos. Puedes uti­lizar­los para rep­re­sen­tar el tema de tu work­shop o para dar­le una vuelta al tema y des­drama­ti­zar. Aunque su uso pue­da pare­cer que te da un aire lig­era­mente ridícu­lo, el con­tenido de tu cur­so será mucho más fácil­mente mem­o­riz­able, ¡y mem­o­rable!

Tu taller o work­shop puede tratar un tema serio, por supuesto, pero la gente aprende mejor cuan­do se divierte.

4. Proponer juegos

¿Quieres man­ten­er la aten­ción de los asis­tentes? Apela a su espíritu com­pet­i­ti­vo. Puz­zles, adiv­inan­zas, cru­ci­gra­mas o jue­gos de memo­ria, etc., son bue­nas for­mas de man­ten­er a los asis­tentes aten­tos y con­cen­tra­dos en un obje­ti­vo. Pon un límite de tiem­po para que suba la emo­ción.

Haz un juego de pre­gun­tas al finalizar cada parte impor­tante de tu taller. Así, podrás ver quién ha mem­o­riza­do qué, rec­om­pen­sar a los mejores y volver sobre los ele­men­tos que no hayan queda­do claros.

5. Incluir música

La músi­ca puede mar­car el rit­mo de tu taller y dar energía a tus alum­nos antes de la sesión y durante las pausas. Pon músi­ca con un tem­po rápi­do para des­per­tar­les y baja el rit­mo en los momen­tos que requieren con­cen­tración. La músi­ca clási­ca, por ejem­p­lo, puede ayu­dar a los estu­di­antes a con­cen­trarse cuan­do están real­izan­do una tarea com­ple­ja o un tra­ba­jo en grupo.

Idea extra: Lle­va instru­men­tos musi­cales y aní­males a tocar­los en los des­can­sos. Esto no solo será diver­tido para ellos, sino que además ayu­dará a que estrechen lazos entre ellos.

6. Recompensar con premios

Los asis­tentes a un work­shop estarán más moti­va­dos para apren­der si se recono­cen y rec­om­pen­san sus esfuer­zos. En primer lugar, dales un cer­ti­fi­ca­do bien hecho. Pien­sa tam­bién en posi­bles rec­om­pen­sas para cada uno de ellos. Puedes dar tam­bién pre­mios espe­ciales: al alum­no que más pro­grese, al más diver­tido, al que mejor tra­ba­je en equipo, etc.

Así, crearás tam­bién con­ver­sación entre ellos. ¡Que se sien­tan orgul­losos!

Prepárate para organizar talleres inolvidables

Enseñar impli­ca cada vez más entreten­er a una audi­en­cia que comu­ni­car­le infor­ma­ción y conocimien­tos. Haz que tus talleres sean diver­tidos, activos, vari­a­dos y sor­pren­dentes para que los asis­tentes ten­gan ganas de apren­der con­ti­go.

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