Ofrecer módulos de formación a tus empleados, ya sea online o en persona a través de jornadas y seminarios, se ha convertido en algo esencial, incluso imprescindible durante el proceso de contratación. Según una encuesta realizada por Deloitte, «la oportunidad de aprender y formarse continuamente» es uno de los beneficios más buscados en una empresa.
¿Quieres crear un curso de formación para tus empleados pero no sabes por dónde empezar ni cómo hacerlo? Aquí tienes algunos consejos y puntos clave a tener en cuenta.
Índice
1. Elegir el tema central
El primer paso es definir el tema de la formación.
Ten en cuenta que tiene que ser relevante para los intereses de tus empleados y estar directamente relacionado con la actividad principal de tu empresa o con su puesto de trabajo. Por supuesto, para ofrecerles grandes perspectivas de aprendizaje y desarrollo, ofréceles también formación sobre nuevos temas que les permitan ser más competentes.
Ejemplos de temas de formación para trabajadores del sector del marketing:
- Marketing digital
- Marketing B2B / B2C
- Marketing de influencers
- Marketing operativo o estratégico
- Marketing de eventos
- Marketing temático (industria del deporte, música, hoteles, turismo, etc.)
- Etc.
Como empresa, también te permitirá centrarte en las competencias clave que te gustaría tener en interno y desarrollarlas.
2. Estructurar la formación
Tras elegir el tema o temas de la formación, es importante estructurarla siguiendo un plan y unas directrices claras.
Se recomienda utilizar una introducción, un índice, secciones principales, una conclusión y los puntos clave que hay que recordar. Crea también un resumen para que tus empleados puedan ver el contenido de la formación con antelación.
Además, define de antemano los objetivos finales de la formación. Los objetivos de aprendizaje han de ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y de duración determinada: es el modelo SMART.
3. Redactar el contenido
Una vez establecida la estructura, es hora de redactar el contenido de la formación. Se recomienda subcontratar esta parte para simplificarla, sobre todo si el tema es complejo y técnico.
Si tu presupuesto no te lo permite, por supuesto puedes redactarlo tú mismo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta tarea requiere mucho tiempo.
4. Tener en mente el presupuesto
Ni que decir tiene que si eres una empresa de nueva creación o una PYME, no dispondrás del mismo presupuesto que un grupo multinacional para ofrecer una formación detallada, visual y periódica a tus empleados. Haz una estimación presupuestaria para tener una idea del coste máximo de la creación de tu formación, especialmente si la vas a subcontratar.
5. Definir el formato de la formación
Otro elemento esencial a tener en cuenta es el formato de la formación.
Si se trata de un curso de formación puntual, por ejemplo semestral, da preferencia a las sesiones presenciales. Por ejemplo, puedes programar un día entero por adelantado en las agendas de tus empleados, o mantener un día dedicado a la formación durante tus convenciones anuales.
Si el objetivo de la formación es que cualquier persona pueda acceder a ella de forma autónoma, opta por el formato online. La formación puede añadirse a una sección específica de la intranet de tu empresa, o también puedes ofrecer una suscripción a determinadas plataformas de aprendizaje online como LinkedIn Learning, Coursera u OpenClassroom. De hecho, esta última podría ser una alternativa relativamente más barata y sencilla. Los contenidos que ofrecen estas plataformas son de gran calidad y los temas variados.
6. Implementar un sistema de inscripción online
Para facilitar a tus empleados el acceso a la formación, ofrece un sistema de inscripción online para saber cuántas personas estarían interesadas en el cada módulo, o qué sala de reuniones reservar si es presencial. Esto también te facilitará la creación y organización del curso, al tiempo que garantiza el seguimiento de los asistentes.
7. Ofrecer una formación completa y adaptada a todos
También es importante que tengas en cuenta los diferentes estilos de aprendizaje de tus empleados a la hora de crear la formación.
Se recomienda utilizar una combinación de diferentes métodos de enseñanza, como presentaciones de diapositivas, ejercicios prácticos, cuestionarios y estudios de casos, para ayudar a los asistentes a comprender y retener mejor la información.
8. Quedar a su disposición y ofrecer apoyo extra
Por último, no olvides proporcionar apoyo extra y estar disponible para los trabajadores que hayan realizado la formación. Esto puede hacerse proporcionando recursos adicionales como libros, artículos, vídeos, o incluso dedicando tiempo a debatir sobre cualquier duda que haya podido quedar en el aire. Cuanto más te comprometas a ayudar a tu equipo a desarrollarse, mejores serán los resultados.
9. Analizar los resultados
Después de ofrecer la formación a tus trabajadores, es fundamental hacer un seguimiento y analizar los resultados de determinados elementos:
- ¿Cuántas personas realizaron la formación?
- ¿Cuántos tuvieron éxito y cuántos fracasaron?
- ¿Cuánto duró la formación, de media?
- ¿Cuáles son las opiniones y comentarios generales para mejorar la formación en las próximas ediciones?
- ¿El formato y la duración son adecuados?
- ¿La información se queda obsoleta rápidamente (sobre todo si está relacionada con normativas, economía, etc.)?
- Etc.
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